Un negocio startup es una empresa de nueva creación, que desarrolla productos o servicios, de gran innovación. Se trata de una empresa con una historia de funcionamiento reciente, que se distingue por su perfil de riesgo / recompensa y sus grandes posibilidades de crecimiento.
Generalmente son empresas asociadas a la innovación, desarrollo de tecnologías, diseño web, desarrollo web, entre otras.
En general, las startup no son compañías orientadas al servicio, sino que se centran en crear un producto, para asociarlo quizás a las grandes compañías orientadas a servicios, para que dichos productos puedan escalar más rápidamente.
Pero además los negocios Startup tienen una gran capacidad de cambio, que opera con costos mínimos, pero obtiene ganancias que crecen exponencialmente.
El modelo aludido es muy recurrente en la región de Asia Pacífico en donde emprendedores se asocian con grandes compañías.
Una de las grandes cualidades de los startups es que mantienen una comunicación continua y abierta con el cliente y se orienta a la masificación de las ventas, aprovechando la comunicación por Internet y sus plataformas.
Para alcanzar la alta rentabilidad es necesario crear un alto retorno de la inversión, es por ello que dichas compañías tienen que tener algunas condiciones especiales y estrategias que permitan que sus innovadores negocios pongan barreras de entrada a la potencial competencia y así dar mayor certidumbre a los inversionistas.
Una vez que se tiene montada una startup, lo importante y complicado es mantenerse en el tiempo. Por ello a la hora de vender los productos es relevante diseñar estrategias de marketing y en especial crear estrategias que deben abarcar el sector de las redes sociales.
Recomendaciones
1. Diseño de un plan. Antes de comenzar a abrir cuentas para el negocio startup es muy importante analizar el sector, al público al que se quiere llegar y cuáles son las redes sociales presentes en ese target.
No es conveniente abrir cuentas en todas las redes sociales, o abrirlas por qué sí. Hay que ver cuáles son las más adecuadas para el producto o startup.
2. Cuentas actualizadas: La información o los contenidos son relevantes Si se abre un perfil o una cuenta, hay que mantenerla activa. Si no, es mejor no crearla.
3. Diferenciar redes: hay que adaptar los contenidos a cada una de las redes que se utiliza, ya que no se puede publicar siempre en todas lo mismo. También son diferentes las horas recomendadas para actualizar, los días de la semana, etc. Por eso crear un plan anticipado y seguir unas pautas predeterminadas le ayudará a tener éxito.
4. Seguidores, menos es más o más es menos: No se puede pensar que la efectividad de la campaña de startup radica en el número de fans o seguidores. Lo más importante es que estos sean fieles a la marca. Para ello hay que brindar un contenido de calidad que les interese, charlar constantemente con ellos y sobre todo evitar comprar seguidores.
5. Escuchar y atender: Además de darles buen contenido y hablar con ellos, a los clientes les interesa que les preste atención a sus sugerencias e incluso reclamaciones. Por ello hay que escucharles, atender sus peticiones, saber qué es lo que quieren. Los medios sociales son una herramienta importante de servicio al cliente y sirven para averiguar qué es lo que los usuarios buscan. Lo recomendable es utilizar un lenguaje cercano y responder a todas sus interacciones, resolver sus preguntas, agradecer sus comentarios positivos y siempre solucionar sus reclamos.
6. Medir los resultados: Finalmente, es importante contar con una o varias herramientas de medición de resultados, para saber cómo está funcionando la estrategia en las redes y tomar decisiones para mejorar a futuro.
Por Periodista Digital, Ricardo Rodríguez
Equipo Mipagina.net
Fuente: Internet es Mercadeo