La condena a prisión a una jurado que contactó en la red social a una acusada generó un debate sobre los límites de uso. Sepa cómo evitar problemas innecesarios.
La británica aprendió por el camino difícil lo que para el resto de las personas deberían ser algunos \»no\» esenciales para mantenerse fuera de problemas en Facebook.
Para empezar hay que cuidarse de los amigos. ¿Desea añadir como amigo a…? Antes de hacer clic en \»confirmar\», piénselo dos veces. Pero Fraill no lo pensó. La jurado dijo que la empatía la llevó a localizar a Jamie Sewart -acusada en un juicio por drogas- en Facebook, y que más tarde se convirtió en \»amiga\» de ella. Pero el contacto salió a la luz y en menos de un año Fraill regresó a la Corte, aunque esta vez en el banquillo de los acusados.
Si bien éste es el primer caso en el Reino Unido que involucra a Internet, no es la primera vez que los usuarios de Facebook han elegido a los amigos equivocados, y seguramente no será la última.
La mayoría de las veces, las malas decisiones no siempre son tan evidentes. Charlotte Fielder, quien nació sin una mano, sin saberlo se hizo amiga de un hombre en Facebook que fingió haber perdido una extremidad, pero que en realidad sentía atracción sexual por los amputados.
Poco después, encontró la foto de su perfil copiada y publicada en un sitio web pornográfico, donde se hicieron comentarios obscenos.
Tampoco debe quejarse de su jefe/clientes/electores. Si bien suena obvio, es sorprendentemente común. Una mujer conocida como Lindsay puso en una actualización de su estado: \»¡Por Dios, odio mi trabajo!\», antes de lanzarle un ataque personal a su jefe.
Fue cuestión de horas antes de que recordara que su jefe estaba entre sus \»amigos\». Según los informes, él escribió una respuesta diciéndole a Lindsay que no se molestara en presentarse a trabajar al día siguiente. \»Vas a encontrar tu formulario de despido en tu lugar. Y sí, hablo en serio\», escribió el hombre.
Por su parte, la aerolínea Virgin también llenó formularios de despidos luego de que la tripulación de cabina de un avión abrió una página en Facebook y se dedicó a insultar a los pasajeros, bromear sobre que los aviones estaban llenos de cucarachas y que los motores eran reemplazados sólo cuatro veces al año.
Luego de semejante inmolación virtual, 13 empleados de la empresa recibieron sus telegramas de despido.
A su vez, los políticos también parecen propensos a caer en esta trampa. A un candidato conservador en Kent, Reino Unido, se le ocurrió llamar \»putas\» a las mujeres de la zona. En una discusión de Facebook, Payam Tamiz escribió que quería mantener una relación con \»alguien decente\», pero que era \»imposible encontrar a alguien con moral y un poco de respeto por sí misma\». Después de una disculpa, renunció.
Otra decisión que no debe tomarse en la red social más famosa del mundo es subir fotos impertinentes.
A menos que usted se preocupe por su configuración de privacidad, la vergüenza y el bochorno son casi inevitables en Facebook. Hasta el jefe del Servicio Británico de Inteligencia Secreta, John Sawers, falló en mantener sus asuntos privados fuera de la vista del público.
Fotos de las vacaciones con su esposa, incluyendo a Sawers en traje de baño y los detalles sobre sus hijos y la ubicación de su casa, salieron a la luz. Y aunque fueron retiradas velozmente, tomó más tiempo hacerlas desaparecer de la memoria colectiva.
Tampoco debe disfrutar demasiado de su permiso por enfermedad. Si usted dijo una mentira o realmente está enfermo, probablemente lo mejor es mantenerse lejos de Facebook.
Una mujer canadiense, en medio de un largo permiso por depresión, perdió sus beneficios cuando su agente de seguros encontró fotos de ella divirtiéndose al sol y en largas noches con amigos.
Nathalie Blanchard había estado de licencia en su trabajo en IBM en Quebec por un año, pero aseguró que el médico le ordenó continuar con sus actividades como una manera de vencer la depresión.
Otra mujer perdió su trabajo cuando su jefe se dio cuenta de que estaba usando Facebook, luego de que llamara para avisar que se sentía demasiado enferma como para utilizar una computadora.
La empleada suiza llamó a su empresa, Nationale Suisse, para avisar que tenía migraña y que necesitaba estar en una habitación oscura. Pero de nada le sirvió afirmar que ingresó al sitio a través de su iPhone mientras estaba en cama.
Otro de los tics en el que hay que tratar de no caer es revelar secretos.
En Facebook no se puede hablar, exactamente, en voz baja. Así que es mejor que los secretos se limiten a los pasillos y las esquinas. Israel fue uno de los primeros países en ponerse nervioso por la información que aparece en Internet, después de revisar las páginas de Facebook de sus tropas en las que se revelan imágenes detalladas de las bases aéreas, salas de operaciones y submarinos.
Una nueva serie de reglas -que no se ha hecho pública- incluye la prohibición de publicar imágenes de los pilotos y miembros de las unidades especiales, y todo lo que muestre maniobras militares específicas.
A su vez, el Ministerio de Defensa británico también está preocupado y por eso lanzó una campaña para alertar a su personal y sus amigos y familiares de no compartir información confidencial.
En un video de la nueva campaña Piensa antes de… (lanzada en YouTube para prevenir a los militares de divulgar información en Facebook) se ve a una madre compartiendo datos y tomando té con un hombre cubierto por un pasamontañas.