El debate terminó de desatarse con el escándalo del congresista demócrata Anthony Weiner, que tuvo que renunciar por intercambiar mensajes y fotos de contenido sexual con mujeres en la red. Sin embargo, la justicia norteamericana propone otro tipo de penas en el caso de jóvenes.
El «sexting» es un fenómeno que ha crecido potencialmente en los últimos años. Consiste en el envío de imágenes o mensajes de carácter sexual tanto insinuado como explícito.
En muchos de los estados norteamericanos las penas son serias, incluyendo la posibilidad de terminar en la cárcel.
En el caso de los adolescentes, cualquier tráfico de este tipo de información puede ser catalogado como pornografía infantil, lo que implicaría que al ser descubiertos, pueden correr el riesgo de enfrentar cargos por delitos graves.
Tal es así que varios legisladores intentarían reformar estas leyes para que los jóvenes no sufran los mismos castigos que un delincuente sexual, cuando las inquietudes que los motivan a hacerlo son «propias de su edad».
«Estamos hablando de jovencitos. No creo que los menores de edad deban afrontar estos castigos severos sólo por haber hecho algo tonto», dijo el representante estatal demócrata de Rhode Island Peter Martin, quien está patrocinando un proyecto de ley que reduzca la pena por «sexteo» entre adolescentes y pase a ser considerado de un delito grave a un delito de menores.
Las legislaturas tanto de Rhode Island como de otros 20 estados han analizado estas cuestiones y han iniciado propuestas. Por ejemplo, en el caso de California, se contempla que las escuelas tengan la posibilidad de expulsar a aquellos estudiantes que fueran descubiertos «sexteando».
Por su parte, funcionarios de Florida votaron a favor de un castigo de 60 dólares, acompañado de trabajo comunitario. En tanto, legisladores de Nueva York sostuvieron que la pena carcelaria podía sustituirse con sesiones de asesoramiento especial.
De acuerdo con algunas estadísticas, uno de cada cinco adolescentes envían electrónicamente fotos explícitas de sí mismo. Pero el verdadero problema ocurre cuando estas fotos terminan reenviándose a otras miles de personas.
Sherry Capps Cannon, una ex directora y administradora de una escuela secundaria, explicó la gran diferencia que existe entre un adulto que comparte este tipo de información y una joven de 15 años que lo hace con su pareja. Sin embargo, las leyes norteamericanas no hacen este tipo de distinción.
La Cámara baja del estado de Rhode Island aprobó un proyecto de ley que busca convertir el «sexteo» voluntario entre menores de edad en una infracción similar a una ausencia injustificada. Aquellos adolescentes que envíen fotos indecentes de otros menores, sin embargo, podrían enfrentar cargos de pornografía infantil. El Senado estatal está por votar la iniciativa.
Fuente: Infobae