En los últimos tres meses (de marzo a junio de 2010), fueron cerrados 48 de los 50 locales inspeccionados en la Capital Federal, según datos a los que accedió Clarín.com. Otra causa muy común es la presencia de menores en horarios prohibidos. Estiman que la mitad de los cybers no tienen habilitación.
Miles de adolescentes de todas las clases sociales derrochan su tiempo todos los días en los cybers, que crecieron en los últimos años de la mano de los juegos en red. Controles recientes revelan que se trata de un mercado plagado de irregularidades. En los últimos tres meses, fueron cerrados 48 de 50 locales inspeccionados en Capital, según datos a los que accedió Clarín.com. Las causas más comunes son la presencia de menores en horarios prohibidos y la falta de filtros para pornografía en las computadoras.
«En el 80% de los locales clausurados encontramos menores de 16 años fuera del horario permitido (según el Código de Habilitaciones está permitido únicamente de 18 a 20 durante el período escolar) y en más del 40% las máquinas no tenían los filtros activos (para acceder a material pornográfico)», revelaron fuentes de la Agencia Gubernamental de Control, a cargo de los operativos de control.
Según la normativa, todas las máquinas deben tener filtros instalados, que se pueden desactivar cuando lo pida una persona mayor de 18 años.
«Tenemos el deber de proteger a nuestros chicos del acceso ilimitado esta clase de contenidos» dijo el jefe de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Y agregó: «Vamos a ser inflexibles con aquellos locales que les faciliten una computadora a los menores para que consuman pornografía. Y si lo hacen a un menor de 16 años la sanción se duplica».
Para poder identificar a los menores en los operativos, los inspectores van acompañados de efectivos de la Policía Metropolitana, que están autorizados a pedir documentos. También se encargan de convocar a los padres y de controlar las computadoras para comprobar si se cometieron delitos contra la ley de Propiedad Intelectual, por el negocio de las películas truchas.
Según datos oficiales, en la Ciudad funcionan 231 cybers autorizados. Pero se calcula que hay más del doble en actividad.
Otra falla muy común es que no tengan la habilitación correspondiente (el rubro correcto para los cybers es salas de recreación). «Funcionan con permiso de locutorios o de kioscos pero son mucho más que eso», explicaron en la Agencia de Control. También son habituales las irregularidades vinculadas a la seguridad como la falta de matafuegos o cables de energía al alcance de la mano.
Fuente: Clarin.com
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