Uno es lo que Google dice que uno es

\"MiguelUno es lo que Google dice que uno es

Por Miguel Sumer Elías, abogado especialista en Internet, director de www.informaticalegal.com y de www.internetresponsable.com

Una frase resume lo que significa la exposición online: “Uno es lo que Google dice que uno es”. Así de simple y categórica es la forma en la que las personas buscan referencias de otros en estos tiempos.

Internet ha causado una revolución realmente impensada en todos los ámbitos de la vida. Sabemos que la forma en que nos relacionamos, comunicamos y trabajamos ya nunca volverá a ser como antes. Y aquí entramos en escena nosotros, la primera generación de ciudadanos de la historia que, casi en soledad, debe enfrentar estos cambios sin haber sido capacitados por nadie.

Somos esa última generación que en su infancia y adolescencia utilizaba las “viejas” cámaras de fotos y cuidaba al máximo cada imagen que tomaba debido a los costos del rollo y del revelado. Pero también teníamos la precaución natural de no tomarnos fotos que nos ridiculizaran o expusieran demasiado por pánico a que en la casa de revelado se quedasen con una copia.

Somos esa última generación que arrastra los viejos conceptos y valores sobre el cuidado de la privacidad y que se siente sumamente descolocada ante estos cambios tecnológicos.

Información sobre nuestras relaciones, familia, amistades, sensaciones, sentimientos, gustos, preferencias, datos insignificantes o datos sensibles son volcados a diario en un océano público de información sin filtro del cuál no tenemos real consciencia.

Si un desconocido se acercase a nosotros y comenzara a relatarnos detalles de nuestras vidas seguramente nos sorprendería y asustaría. Sin embargo es muy probable que esa persona solo haya leído información en Internet que el propio usuario subió. Exponemos nuestra vida pero nos sorprendemos que otros la sepan.

Deberíamos pensar más lo que publicamos para no darle al sistema más de lo que el sistema nos saca, elaborar nuestra propia identidad digital subiendo nosotros mismos la información personal o profesional que queramos que el resto de la gente encuentre en la web. No intervenir en conversaciones sobre temas que no sepamos demasiado o en cuestiones sensibles o en donde se intercambien insultos o vejaciones, y chequear regularmente nuestro nombre en Internet a fin de realizar los reajustes o acciones que sean necesarias para mantener una adecuada reputación online.

Fuente: Diario El Día

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