El propietario de un bar en el Reino Unido ha sido multado con 8.000 libras esterlinas (8.800 euros). Uno de los clientes de dicho bar había hecho uso de la red Wi-Fi instalada para descargar contenidos protegidos por los derechos de autor. Esto sienta un precedente para todos aquellos locales en los que se ofrece conexión Wi-Fi, y en los que probablemente a partir de ahora se tendrá mucho más cuidado a la hora de permitir qué tipo de acceso se ofrece a los clientes que se conecten.
Graham Cove es el director de la empresa proveedora de los puntos de acceso de la red inalámbrica The Cloud, que opera en Reino Unido. Según las declaraciones de Cove a ZDNet, uno de los bares en los que ofrecen dicho servicio ha sido multado con nada menos que 8.000 libras esterlinas (casi 8.800 euros al cambio) por realizar un uso ilícito de ese ancho de banda.
El caso, que ha sido llevado a la justicia por una organización protectora de los derechos de autor, se ha saldado con una dura multa para el propietario de este bar. Uno o varios clientes del mismo aprovecharon la conectividad inalámbrica para descargar contenidos protegidos por los derechos de autor.
Según el profesor de derecho Lilian Edwards consultado por ZDNet, cuando un negocio ofrece conectividad Wi-Fi a sus clientes «teóricamente no debería ser responsable» por el uso ilícito del servicio por parte de los clientes «según las leyes actuales sobre el copyright«.
Fuente: http://bit.ly/7RGz60