07/10/2013
La llegada de este servicio al país no está exenta de polémica: abogados y especialistas en seguridad informática advirtieron que puede violar legislación local relativa a los datos personales y la intimidad de los individuos.
Google comenzó esta semana a capturar imágenes de las principales ciudades de la Argentina para alimentar Street View (GSV) en Google Maps y Google Earth.
La función permitirá explorar diferentes localidades y espacios públicos del país, a través de fotos panorámicas en 360º a nivel de la calle.
Sin embargo, la llegada de este servicio a la Argentina no está exenta de polémica: abogados y especialistas en seguridad informática consultados por iProfesional advirtieron que puede violar legislación local relativa a la privacidad de las personas y sus viviendas.
La recolección de datos comenzó el 2 de octubre en la Plaza del Congreso, en Buenos Aires, donde se encuentra el kilómetro 0 de la red vial nacional.
Los vehículos cuentan con cámaras de 75 megapíxeles, con 15 lentes que fotografían en 360°, láseres que determinan las distancias de las imágenes, un disco rígido para su almacenamiento y una pequeña computadora que ejecuta el sistema.
Gracias a esta tecnología las fotos recolectadas serán procesadas e hilvanadas «de manera cuidadosa a través de un proceso técnico que puede llevar entre ocho meses y un año», informó la compañía.
Florencia Sabatini, manager de relaciones públicas de Google Argentina, negó ante iProfesional que los equipos que utiliza la empresa para recolectar imágenes en el país incluyan sistemas que intercepten comunicaciones inalámbricas.
«No tienen ningún tipo de tecnología o elemento técnico que intercepte datos de redes Wi-Fi u otras comunicaciones», aseguró.
«La privacidad de las personas es un principio fundamental para Google por eso, una vez capturadas las imágenes, los rostros y las patentes son difuminados a través de un proceso hecho por computadora. Además, una vez que se suben las fotografías a Street View, los usuarios tienen la posibilidad de reportar aquellas que identifiquen como inadecuadas para que sean revisadas y eventualmente removidas», explicó en un comunicado la filial argentina del gigante de la Red.
Con Street View, los usuarios de cualquier parte del mundo podrán hacer un recorrido virtual por diferentes lugares de la Argentina. Sabatini estimó que dentro de seis meses estarán disponibles las primeras ciudades del país.
Por ejemplo, se podrá conocer la fachada de un lugar donde se tendrá una reunión de trabajo y explorar sus alrededores, ver cómo es un hotel o una casa antes de hacer la reserva del lugar para las vacaciones o evaluar diferentes destinos de viaje.
Modelo de negocio
GSV es una más de las vías que utiliza Google para recolectar y organizar información para luego aplicarla a su principal negocio: la publicidad «online».
Sabatini explicó que Street View «no se monetiza en sí», pero que «empodera muchísimo» a cualquier negocio que se encuentre en la vía pública.
Por ejemplo, los comercios pueden usar esta tecnología para insertar Google Maps directamente en su sitio web de manera gratuita, y esto ayuda a que promuevan sus locales para que cualquier usuario de Internet lo vea como si estuviera parado ahí.
Así, por caso, un hotel del barrio porteño de San Telmo puede mostrar en su página web los alrededores de sus habitaciones e incluso un turista averiguar desde GSV si hay bares o restaurantes cercanos.
Hoy Street View está disponible en más de 3.000 ciudades y 53 países, y en cientos de lugares emblemáticos alrededor del mundo, como el Tower Bridge de Londres, la avenida Champs Elysees de París o la Quinta Avenida de Nueva York. Más información sobre cómo utilizar la función se puede encontrar aquí.
Luz verde en La Plata, amarilla en la Capital Federal
A menos de 24 horas del inicio oficial del proceso de recolección de imágenes, GSV ya tenía una acción de amparo en su contra que presentó un abogado, Luis Bianco, en la ciudad bonaerense de La Plata.
Sin embargo, la Justicia de esa capital consideró que las fotos tomadas por Google Street View no violan la intimidad de las personas «pues se trataría de imágenes tomadas en la vía pública y ,en la medida que estas no sean sacadas de contexto afectando derechos constitucionales, no existe arbitrariedad ni ilegalidad manifiesta».
La jueza María Cecilia Valeros de Corica se expidió el 3 de octubre contra el pedido de Blanco, quien pedía en este escrito la prohibición a Google Argentina de tomar y difundir imágenes captadas en la vía pública.
Las fotografías de Street View no violan la intimidad de las personas ya que se tomarían en la vía pública, en la medida en que estas no sean sacadas de contexto, dijo la magistrada.
Raúl Martinez Fazzalari, profesor de derecho de nuevas tecnologías de la universidad UCES, opinó ante iProfesional que el planteo realizado por Blanco «excede el derecho, ya que no se ha violado ninguna norma a la fecha. Y entonces para pretender limitar el registro de fotos en la vía pública habría que enviar cautelares a todos los que tenemos teléfonos con cámaras de fotos porque estaríamos ante la ‘posibilidad’ de violar la intimidad de las personas».
Esta oficina pidió a Google, mediante la actuación N°5226/13, que informe las medidas que implementó para cumplir con la ley nacional de protección de datos personales, y con las normas para el uso de cámaras en la ciudad de Buenos Aires.
Según dijo al sitio Infojus Noticias Eduardo Peduto, director del Centro de Protección de Datos Personales, los métodos de protección de privacidad que la firma implementó hasta ahora son insuficientes: por más que la empresa «pixele» las caras de las personas que aparecen fotografiadas, la imagen original está almacenada en algún servidor sin que tenga la autorización del ciudadano.
El funcionario definió que «datos personales son aquellos que hagan identificable a una persona. El rostro no es el único elemento que nos hace reconocibles. Lo mismo pasa con los objetos, un auto o una casa se pueden determinar aunque se pixele la patente o la numeración».
Sabatini aseguró ante iProfesional este viernes a primera hora de la tarde que «formalmente no conocimos nada» de este solicitud, y anunció que en caso de llegar lo responderán como hicieron en los otros países donde funciona GSV «sin ningún inconveniente».
Privacidad e intimidad
Pablo A. Palazzi, abogado y socio de Allende & Brea, aseguró ante iProfesional que «Google no puede violar la privacidad de la forma en que está hecha la recolección de imágenes porque el rostro de las personas es difuminado. No hay privacidad sobre la fachada de un edificio y tampoco hay privacidad sobre lo que ocurre en la vía pública».
Pero Miguel Sumer Elías, abogado especialista en derecho informático y de Internet, director de www.informaticalegal.com y docente universitario, mostró ante iProfesional un punto de vista diferente: «como principio general, la imagen es un derecho personalísimo y ello le confiere a su titular la potestad de impedir o no que otras personas capten o reproduzcan su imagen sin su consentimiento por cualquier medio y en cualquier ámbito».
A través de la violación al derecho a la imagen «podría llegar a menoscabarse también el derecho a la intimidad o privacidad, aunque en principio son aspectos legales diferentes», reparó.
Para Sumer Elías, «la finalidad de GSV no es obtener directamente información relativa a las personas, cuya recogida es incidental. Es por ello que si alguien ve afectada su imagen o su privacidad, deberá hacer el reclamo administrativo directo a través de los mecanismos de Google o la acción judicial correspondiente de manera individual».
Al respecto, Sabatini dijo que quienes que quieran reportar fotos deberán hacer un clic en la imagen correspondiente y entre 24 horas y 48 horas la sacará de la web.
Raphael Labaca Castro, coordinador de Awareness & Research de la empresa de seguridad informática ESET Latinoamérica, afirmó ante iProfesional que «estas fotos podrían mostrar de qué forma ingresar a una propiedad o los mecanismos de seguridad que tiene. Sin embargo, en algunos países en los que ya está implementado GSV es posible contactarse con la compañía para solicitar vía correo electrónico que el frente de una vivienda no aparezca. Recomendamos a las personas que se puedan ver afectadas por esto que se pongan en contacto con Google».
José Perez Alegre, senior Researcher de la empresa de seguridad informática F-Secure, apuntó ante iProfesional que dado que el procesamiento de las imágenes recolectadas por los vehículos por GSV «ocurre en un proceso posterior a su captura, cabe preguntarse dónde se han almacenado las imágenes originales y si han sido debidamente destruidas después de su revisión».
«Hablamos de múltiples detalles: el modelo o color del automóvil próximo a usted; la casa, oficina o bar desde el que se le ve entrar o salir; su vestimenta o un tatuaje visible por ejemplo. Todos estos detalles pueden usarse para identificar a un individuo», advirtió.
Pérez Alegre recordó que Google «utiliza coches con cámaras en una posición elevada, por lo que los medios comunes como paredes o rejas para preservar la privacidad en los vecindarios pueden ser no suficientes».
Facundo M.Peltzer, abogado del estudio TLB, recordó ante iProfesional que GSV “se pensó como una manera muy práctica de obtener imágenes reales de las ciudades a muy bajo costo en comparación con las imágenes satelitales tradicionales. El buscador lo pensó para no depender de ninguna otra organización o entidad”.
«El problema –apuntó- es que se encontró con el florecimiento de los sistemas de protección de datos personales de los distintos países. Esta circunstancia ha provocado que el sistema no pueda ser llevado a la práctica como Google lo pensó originalmente. No se conoce país donde Google pudo mantener el sistema como lo había previsto originalmente. Organismos públicos, ONG, particulares, etc. han presentando todo tipo de acciones, medidas, etc. para minimizar la captación de imágenes, y datos personales en general, sin el consentimiento», advirtió.
Para M.Peltzer, el sistema de GSV «puede efectivamente violar normativa vigente -Ley 25326- al captar y tratar ‘información de cualquier tipo’ -es decir datos personales- de personas sin contar con su consentimiento conforme lo establece el artículo 5 de esa ley».
Además, sostuvo que «lo grave es que una empresa como Google sabe perfectamente desde el inicio que lo que va a hacer es violatorio de la normativa vigente, y lo hace igual porque confía en su propia fuerza, en que la decisión judicial va a llegar tarde, y en que ninguna multa o sanción le va a impedir hacer lo que quiere. Sería interesante evaluar –señaló- cómo manejaría Google una acción de clase basándose en la Ley de Defensa del Consumidor».
Imágenes distorsionadas
Palazzi respaldó la distorsión de imágenes de personas que realiza Google luego de captarlas en la calle es suficiente: «El dato deja de ser un dato personal y se transforma en un dato anónimo. Por ende no hay afectación a la privacidad».
En cambio, Sumer Elías afirmó que «no alcanza con distorsionar las imágenes de los rostros ya que una persona puede perfectamente ser identificada por sus características físicas, corporales, vestimenta, etc. La imagen de una persona no es solo su rostro, sino todos los aspectos de su ser que además son datos personales protegidos por ley».
Labaca Castro explicó que «lo que hace Google es ofuscar, es decir, aplicar un ‘blur’ sobre las caras que son tomadas para que estas no aparezcan. Esto otorga cierta protección para resguardar la identidad de las personas».
Para Alejandro Mitaritonna, director de la empresa de seguridad informática Khu Technologies, «el principal problema se debe a que las imágenes en crudo quedan almacenadas en algún lugar para luego realizar el procesamiento de imagen difumando las caras, patentes, etc. Esas imágenes en crudo, antes del procesamiento están almacenadas sin el consentimiento de la o las personas. Las imágenes quedan almacenadas en ‘la nube’, servicio que débilmente puede proteger la confidencialidad de los datos que se resguardan».
Legislaciones argentinas
¿Qué legislación afectaría a GSV en la Argentina? Los abogados consultados por iProfesional coincidieron en que se trata la Ley 25.326 de Protección de Datos Personales y su decreto Reglamentario 1558/2001, pero mostraron sus diferencias.
Según Palazzi, esta norma «se aplica a datos personales, pero si no hay una persona identificada o identificable entonces no veo ningún problema legal».
Sumer Elías apuntó en cambio que «para la jurisprudencia, basta la captación de la imagen de una persona sin su consentimiento, para que se vulnere este derecho personalísimo. Algo similar refiere a las excepciones contempladas en la ley, que detalla que la publicación de las fotos es libre cuando se relaciona con ‘fines científicos, didácticos y en general culturales, o con hechos o acontecimientos de interés público o que se hubieran desarrollado en público’. Tales salvedades no tratan un permiso irrestricto y en varias causas de este tipo la Justicia ha optado por limitar estas excepciones».
Este abogado recordó existen varias legislaciones locales que regulan las videocámaras por parte del Poder Ejecutivo. Por ejemplo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la Ley de Videocámaras N° 2602 y la Ley 3130; en Córdoba la Ley N° 9380 y el Decreto 1159/07; en Mendoza la Ley N° 7.924; en Santa Fe la Ley N° 13164; en Corrientes la Ley N° 5984 y en Tierra del Fuego la Ley Nº 833, entre otras.
Sumer Elías afirmó que «el debate por la utilización de las imágenes y videos de las personas es mucho más amplio ya que debería incluirse no solo las actividades de empresas privadas como Google sino las que realizan los gobiernos nacionales, provinciales y municipales a través de la instalación de miles de videocámaras o mediante políticas como la de difundir las fotos en los padrones casi sin restricciones, entre otras».
Fuente: iProfesional