Artículo original escrito por: Ivana Nazareno en DattaMagazine
Cuentan los que cuentan que en la antigua Grecia existía una diosa con la capacidad de volar y danzar al compás del viento.
Dueña de una peculiar fugacidad y dotada de una habilidad para recorrer vastas distancias a gran velocidad, Nike, no poseía extraordinarios dones como sus congéneres del Olimpo. Sin embargo, ella era sinónimo de buena fortuna, éxito y suerte.
Los logros de aquellos mortales cercanos a la diosa alada superaban las expectativas iniciales y el triunfo era su ceño distintivo. Nike, entonces, se consolidó como la diosa de la Victoria.
Pasaron años, siglos y unas cuantas leyendas de por medio para que Philip H. Knight, de la mano de J. Bowerman, creara y fundara en 1964 la famosa marca de calzado e indumentaria deportiva, inspirado en el nombre de la deidad griega Nike.
De hecho, el popular logo de la compañía simboliza una de las alas con la que la diosa fue representada en la obra Victoria de Samotracia que se expone actualmente en el museo Louvre.
Pero como toda luz complementariamente tiene su sombra, hace varias décadas especialistas de psicología y psiquiatría han estado estudiando una fobia capaz de paralizar la mente de aquellas personas con potencial y claras posibilidades de coronarse con un gran logro, impidiendo de esta manera la tan preciada victoria.
Así surge la Nike-fobia, un trastorno de ansiedad que padece gran parte de la población, sin siquiera percatarse de ello, y que afecta el desenvolvimiento físico y psíquico de un individuo que persigue una meta determinadaimpidiendo o poniendo en riesgo su cometido. También se observan casos en que una persona ha logrado el triunfo pero luego, sin razones de importancia, pierde todo lo ganado por desorganización, hastío o imprudencia.
En plena era de revolución digital, innovación tecnológica, irrupción de las social media, donde para los emprendedores y empresarios es prioridad diagramar un plan de negocios intachable, armar una inteligente búsqueda de inversores o partners, el miedo a ganar parece quedar confinado a mitos antiguos y leyendas populares. Después de todo, muchos pensarán que el miedo principal que embarga a las personas es a perder o fracasar pero a ganar nadie le teme.
No obstante este padecimiento es mucho más común de lo se piensa, y se convierte en un pilar fundamental a la hora de la concreción de objetivos, ya sean de índole empresarial, deportivo o personal.
Prueba del miedo a ganar o de Nike fobia es el caso de la final del Roland Garros, donde un Coria entonadísimo pierde con un Gastón Gaudio sorprendido de su propio título, demostrando un precedente de esta fobia silenciosa pero certera.
¿Por qué?
Porque Guillermo Coria era una promesa, tenía a la prensa esperando su trofeo; lo habían bautizado Guillermo por Vilas, el gran jugador de tenis argentino.
Porque ganar aquella final traería aparejado para él cambios vertiginosos en todos los ámbitos de su vida.
Guillermo, en caso de ganar, tendría más presiones, más dinero, más sponsors, más viajes y, también, habría puesto su nombre en lo alto. Estar en lo alto implica dos opciones, o mantenerse y seguir escalando o bajar estrepitosamente.
Siguiendo con la analogía deportiva, en los juegos de equipo la Nike fobia también puede producirse e incluso traspasarse entre los miembros. La excesiva presión, cambios vertiginosos luego de un triunfo, son factores que acrecientan aún más esta fobia.
En el Mundial 2006, bajo la conducción de José Pekerman, el equipo argentino vencía 1-0 a Alemania, país organizador, dejándolo afuera en cuartos de final. Las crónicas coincidieron en que el equipo albiceleste fue superior, que siempre estuvo más cerca, pero que se falló en los cambios y, principalmente, faltó profundidad y decisión.
A los 80 minutos, luego de una pelota perdida en mitad de cancha por el capitán del equipo, Juan Pablo Sorín, llegó el empate alemán después de dos cabezazos en el área, llegando así a los recordados penales, donde el arquero Jens Lehman atajó dos gracias a sus planificados papelitos que contenían la forma de remate habitual de los argentinos.
¿Superar al local en su propia fiesta? ¿Llegar nuevamente a instancias decisivas como no se lograba desde la era de Maradona? Aquella derrota es un fiel ejemplo de un equipo que teniéndolo todo para ganar, pierde por miedo. Miedo a triunfar.
En el campo empresarial la dinámica es muy similar: cuando un emprendedor tiene un proyecto y procura poner en marcha todo el arsenal de herramientas que tiene disponible a su alcance para desarrollar su idea, pero algo en el camino retrasa los planes y desdibuja el horizonte es muy probable que se trate de esta afección psicológica.
Señales del Miedo a ganar
– Sentirse excesivamente ansioso luego de concretar un logro parcial
– Observar que en muchas ocasiones cuando se está a punto de ganar aparecen obstáculos físicos o mentales que imposibilitan el camino.
– Tener emociones negativas e insatisfactorias luego de un éxito
– Poseer ideas autodestructivas para con uno mismo a pesar de haber ganado como, por ejemplo, “pude haber sido mejor”, “no llegué a mi techo”, “seguro gané porque los otros eran malos y no por capacidades mías”, etc.
– Tener una personalidad que escribe con la mano y borra con el codo; es decir, se permite ganar para luego perderlo todo por desorganización o falta de prudencia en las decisiones.
Causas de la Nike fobia
En todo padecimiento psicológico las causas varían de persona en persona y es imposible determinar a ciencia cierta el factor que provoca un padecimiento, pero de muchos casos de estudio se desprenden las siguientes causas.
– Sentimientos de inferioridad
La autoestima formada durante los primeros años de vida es de suma importancia para el desarrollo de un adulto sano, activo y que sepa balancear sus esferas personales, laborales y amorosas.
Cuando un niño crece en un ambiente desfavorecedor, con padres muy exigentes o que nunca se muestran satisfechos por los logros de su hijo, se pueden crear sentimientos de no estar apto para determinados asuntos, de no ser el mejor, de no poder alcanzar las metas que luego en la vida adulta se accionan de forma automática.
Coexisten en la persona emociones dicotómicas; por una parte, el deseo de vencer el mandato autoinculcado de ser menos que otros y, por otra parte, la confirmación de ese mismo mandato que aun siendo negativo puja por mantenerse vigente.
Tips para superar el miedo
La única manera de salir airoso ante este tipo de sentimientos es expresándolos y aceptándolos.
Luego, permitirse discrepar y rebelarse frente a las autoridades juzgadoras que en algún momento dictaminaron que no se era lo suficientemente bueno y, por último, pasar a una etapa donde la persona entiende que puede crear la personalidad de acuerdo a su propia escala de valores.
– Miedo por un resultado adverso anterior
Según Gustavo Maure, especialista en psicología del deporte, el trauma por una posibilidad perdida se da cuando una persona o equipo de trabajo pone todo su entusiasmo y potencial en favor de una tarea y, por razones propias o ajenas, no consigue lograr el fin deseado.
Este resultado se introduce en el inconsciente de cada individuo con sentimientos de desconfianza hacia sí mismo, inseguridad relacionada con sus capacidades y engrandecimiento del rival o competidor.
En un próximo evento la mente enviará mensajes boicoteadores en relación al nuevo desafío, provocando el ya instaurado miedo a ganar.
Tips para superar el miedo
Para poder salirse de estos pensamientos disfuncionales se tiene que poner en perspectiva el resultado anterior y entender las verdaderas causas que originaron que no se consiga el objetivo inicial.
De esta manera, la persona logrará discernir si las causas fueron de índole personal o externo y las podrá corregir en los próximos acontecimientos.
En este sentido el cerebro rápidamente tendría que actuar como un GPS que muestre un recorrido alternativo, pero que permita llegar al lugar deseado.
– La sombra del padre omnipresente
Sigmund Freud, en 1916, escribió un ensayo llamado “Los que fracasan al triunfar” en donde sintetiza la visión del miedo a ganar como una patología mental que se produce cuando una persona puede llegar a tener más logros que su padre.
En el renombrado complejo de Edipo, un niño al nacer genera una estrecha relación con su madre que le provoca una rivalidad inconsciente hacia su padre.
En esta disputa por el rol materno el niño posee rencor hacia su padre que luego es reprimido y censurado para terminar alojándose en el inconsciente.
Cuando una persona está a punto de alzarse con un logro que determine una superación a los logros de su padre actúa este mecanismo edípico. Por un lado, el deseo de vencer y, por el otro, la censura a ser mejor que el propio padre.
Las mujeres, según la teoría psicoanalítica freudiana, tendrían esta misma culpa que los varones por el denominado complejo de Elektra, donde es su padre la figura en disputa y la madre quien amenaza en la conquista.
Ahora bien, se esté o no de acuerdo con la teoría freudiana, es común que una persona sienta culpa y hasta rechazo por sus propios logros cuando estos suponen llegar más lejos que sus padres. Ganarles de alguna forma está prohibido o es nocivo para la integridad moral.
Tips para superar el miedo
Para poder superar el miedo a ser mejor que los padres hay que destrabar los mecanismos cognitivos que refuerzan el temor.
Un pensamiento distorsionado es pensar que si un padre siempre ha sido empleado de una empresa, cobrando un sueldo a final de mes, un hijo no puede ser emprendedor o empresario porque de esta manera inferiría en un pecado que luego saboteará por culpa.
El pensamiento correcto es saber que uno al ser adulto es responsable y artífice de su propio futuro, y que este futuro es totalmente independiente de la vida y logros de sus padres.
Al lograr esta separación se alcanza la satisfacción y se logran sentimientos que, no sólo mejorarán los logros comerciales, sino también la relación con los padres y la familia.
Es por ello que además de asistir a eventos y charlas de emprendedurismo, leer información o buscar financiamiento es beneficioso que un emprendedor se mire a sí mismo y analice la posible causa de su miedo a ganar, para poder resolverla y disfrutar todo el proceso de creación y concreción.
John Wooden, el más grande entrenador de básquet de Estados Unidos, elaboró una pirámide del éxito con los pasos a seguir para erguirse con el anhelado triunfo. La compartimos con todos ustedes.
Fuente: DattaMagazine