23/01/2014
La posibilidad de emplear seudónimos y programas como Tor, que permiten navegar de forma anónima han hecho que la red aloje en sus entrañas contenidos de dudosa legalidad, que van desde anuncios de drogas a instrucciones para fabricar una bomba, pasando por la posibilidad de contratar un asesino a sueldo.
Pero siempre existe algún rastro que puede permitir descubrir a quienes acceden a este tipo de información. Para tratar de comprobar si esto es cierto, e inspirado en la persecución de las autoridades estadounidenses al ciberactivista Aaron Swartz, el artista neoyorquino Curtis Wallen decidió averiguar hasta dónde podía profundizar en la cara más oculta de la red sin desvelar su verdadera identidad.
Su idea, relata el blog «Experiensense», fue convertirse en un moderno doctor Frankenstein y dar vida a una nueva persona física, falsa, pero con una identidad legal propia. Para llevar a cabo su proyecto, Wallen compró un ordenador de segunda mano, limpió por completo el disco duro e instaló el sistema operativo Ubuntu para navegar por utilizando única y exclusivamente la red Tor. Además, estableció un sistema de cifrado con el objetivo de no dejar rastro alguno y adquirió algunos Bitcoins que le permitieran comprar de forma anónima.
El segundo paso fue crear el que sería su alter ego digital. Para ello, tomó varias fotografías del rostro de sus compañeros de piso, su novia y él mismo y, utilizando Photoshop, creó la imagen de una nueva persona, a la que bautizó como Aaron G. Brown.
El objetivo de Wallen era demostrar que se puede navegar por la red esquivando los múltiples controles con los que empresas privadas y organismos públicos controlan los movimientos de los internautas, cosa que consiguió tras obtener un permiso de conducir del Estado de Ohio y una licencia para manejar barcos, además de contratar los servicios de la compañía de televisión por cable Comcast o una póliza de seguro en una de las firmas más importantes del país bajo la identidad de Aaron S. Brown.
How to Disappear from Uniswoon on Vimeo.
Ahora, este artista neoyorquino ha habilitado un servidor proxy para que cualquier persona pueda navegar haciéndose pasar por Aaron Brown y asumir su personalidad a través de su cuenta de Twitter. Wallen espera poder reunir todo el material que genere esta identidad digital y exhibirlo en una galería de arte para advertir de que aún hoy la red posee un lado muy oscuro.
Fuente: Segu-Info