20/10/2013
Las nuevas amenazas a las que se expone hoy en día cualquier particular, organización, empresa o gobierno son las «de toda la vida», con los mismos actores y víctimas, salvo que ahora se dan en la red y llevan el prefijo «ciber», lo que hace de la ciberseguridad una de las profesiones con más futuro.
Ciberdelito, ciberespionaje, ciberactivismo, ciberterrorismo y ciberguerra son las nuevas formas que han adoptado la acciones delictivas con la red como herramienta y que se han visto favorecidas por la evolución de las nuevas tecnologías y su aplicación a cualquier ámbito.
Para el director de seguridad de la empresa valenciana especializada en ciberseguridad S2 Grupo, Antonio Villalón, los delitos cibernéticos ya están «muy asentados» en la sociedad actual, a excepción del ciberterrorismo y la ciberguerra que considera que se implantarán de formas más generalizada «en pocos años».
Por ello, es necesario que se le dé la importancia que requiere a la seguridad en los entornos digitales y se favorezca la formación de experto en ciberseguridad industrial, una profesión con grandes posibilidades y que requiere ingenieros industriales, informáticos, de telecomunicaciones.
«Cometer un delito de forma cibernética es más fácil que de forma tradicional y se obtiene más beneficio con menos riesgo», apunta a Efe Villalón, quien considera que nos enfrentamos «a los mismos delitos de toda la vida pero con el prefijo ciber».
A los ciudadanos particulares les preocupa especialmente el ciberdelito -un robo o una estafa por internet-, lo que a juicio de Villalón es «lo mismo que el timo de la estampita de Toni Leblanc hace 40 años pero con un ordenador».
Las grandes empresas o los gobiernos están más preocupados por el ciberespionaje porque ahora «se espía como hace 50 años, sólo que en vez de mandar a un grupo de personas, mandan un virus que recoge la información».
También el ciberactivismo está en auge, asegura este ingeniero informático, especialmente para entidades de amplia repercusión social como partidos políticos, entidades o grupos culturales .
En relación al terrorismo cibernético ha asegurado que los servicios secretos transmiten que de momento los grupos terroristas identificados en el mundo -cerca de una cincuentena- «no tienen capacidad de ciberterrorismo, de momento» y que la ciberguerra en toda su dimensión aún está por llegar.
«La novedad es la incapacidad de identificar el origen de esos ataques», según Villalón, para quien el profesional que los combata «puede no ser el mismo en función del delito» pero debe tener «conocimiento técnico para saber contra qué se pelea y capacidad analítica, de investigación y de deducción».
«Todo lo que tenga que ver con las nuevas tecnologías es una profesión de futuro pero en el caso de la ciberseguridad consideramos que tiene mucho futuro porque hoy en día la forma de inseguridad que más crece es la ‘ciber'», apunta.
Villalón admite que las empresas del sector de la seguridad digital tiene «dificultad» a la hora de contratar a gente nueva porque la mayoría de personas dedicadas a este campo son autodidactas y no salen de las universidades posicionadas en esos servicios.
Por eso, S2 Grupo ha convocado tres becas remuneradas de un año de duración, dirigidas a ingenieros informáticos, industriales y de telecomunicaciones «interesados en la seguridad», y que ofrece la posibilidad de que puedan ser contratados posteriormente.
«Buscamos atraer talento hacia nosotros de gente interesada en la seguridad y potenciar el interés por este campo de gente a la que no le ha llamado la atención pero que está capacitada», explica Villalón.
Fuente: ABC