Una empleada de la Clínica Rocky Mountain Spine, en Colorado, fue despedida por enviar a su correo electrónico personal Información de Salud Protegida (PHI, por sus siglas en inglés), en un acto que hizo que la mujer perdiera su trabajo la semana pasada.
De acuerdo con The Denver Post, la responsable argumentó que tomó el documento; que incluye el nombre, la información de compañías de seguro y datos sobre las cirugías realizadas a 532 pacientes, porque consideró que podría trabajar desde casa.
En respuesta a su acción se presentó un informe ante el Departamento de Policía de la ciudad de Lone Tree y se enviaron cartas a los pacientes afectados para explicar lo sucedido. Asimismo, la clínica contrató a un especialista forense para que examinase el equipo usado por la exempleada, así como la cuenta de correo.
“En realidad no creo que tuviera intención de hacer mal uso del mail, solo fue una mala decisión”, dijo una colaboradora de Rocky Mountain Spine, Joanna Smith, quien añadió que probablemente “ella pensó que podía trabajar desde casa”.
El informe del caso indica que la acusada, que laboraba en el Departamento de Facturación, creó un compendio de información antes de mandar los datos a su cuenta. Posteriormente, el área de TI de la clínica identificó el envío y procedió con la investigación.
Finalmente se llegó a la conclusión de que ni el equipo ni el correo electrónico contenían datos que pudieran poner en riesgo la privacidad tanto del hospital como de las personas involucradas, por lo que no se presentaron cargos.
Fuente: b-Secure