Daba clases de música en una academia a nenes y adolescentes. Lo apresaron en un cíber.
El muchacho entró al cíber, pidió una cabina y comenzó a navegar en Internet. Para mayor privacidad, cada computadora está en un escritorio semicerrado con una puerta y no tiene vidrio. A los pocos minutos, la empleada del local, ubicado en pleno centro de Río Cuarto, detectó un alerta antipedofilia. Disimuladamente, la chica se acercó hacia donde estaba el joven. Era un cliente común y corriente, de unos 30 años y aspecto inofensivo. Cuando volvió a su escritorio, lo denunció a la Policía. A los pocos minutos, el sospechoso fue detenido: tenía un pendrive con material pornográfico infantil que subía a la Web.
Una vez en la comisaría y luego de que lo identificaran, se supo que el cibernauta era profesor de una academia de música en el centro de la ciudad, donde les da clases de canto y guitarra a niños y adolescentes.
Al conocerse su condición de docente, estalló el escándalo en Río Cuarto, la segunda ciudad de la provincia de Córdoba, ubicada 220 kilómetros al sur de la capital provincial.
El muchacho vive desde hace unos años en la localidad, ya que es oriundo de Villa Huidobro, un pueblito ubicado casi en el límite con La Pampa.
El fiscal Fernando Moine, al enterarse de que el sospechoso les da clases de música a nenes y adolescentes, ordenó un allanamiento en su casa y en la escuela musical.
Según versiones no confirmadas oficialmente, se supo que en la casa del detenido se secuestraron dos computadoras, mientras que otras tres máquinas fueron retiradas de la academia. Anoche estaban siendo peritadas para determinar si fueron utilizadas para almacenar imágenes de pornografía infantil, aunque trascendió que “hubo resultado positivo en una notebook que pertenece al sospechoso”.
El joven está detenido e imputado del delito de “tenencia de material pornográfico infantil con fines de comercialización”.
Hace unos diez días, el dueño del local –que está a una cuadra y media de la Unidad Regional Río Cuarto de la Policía, y a dos de la Municipalidad– había descubierto que desde una de las máquinas un cliente había visitado páginas de Internet con contenido pedófilo y de pornografía infantil. Entonces instaló un sistema de alerta inmediato y les ordenó a sus empleados que, cuando detectaran que alguien ingresaba a esos sitios, llamaran a la Policía.
Ayer a la mañana, el sospechoso declaró ante el fiscal Moine. “Negó la acusación de comercializar pornografía infantil y adujo que las páginas que visitaba eran para consumo personal ”, según informó a Clarín una fuente de la investigación.
El docente seguirá preso. Se buscará determinar si quiso coaccionar a alguno de sus alumnos. El delito por el que se lo acusa tiene una pena que va de cuatro meses a dos años de prisión. Tras conocerse los hechos, las autoridades de la academia musical decidieron “expulsar al docente en forma definitiva”, según dijeron.
Fuente: Clarín