Revisan más Linkedin, Facebook y Twitter, pero también buscan los nombres de sus candidatos en Google.
Es una realidad. Muchísimas empresas «husmean» en las redes sociales antes de contratar a nuevos trabajadores. Y no sólo se limitan a mirar en Linkedin, Facebook y Twitter. También se informan, sobre cada candidato, a través de Google.
Según un estudio muy reciente realizado por el Grupo Empléate (www.empleate.com) en España y Latinoamérica, 80% de los departamentos de Recursos Humanos usa las redes sociales durante el proceso de selección de personal. Se utiliza, sobre todo, en la etapa final de escogencia, cuando ya quedan pocos candidatos para un solo puesto.
José Manuel Rodríguez, director y fundador del Grupo Empléate, explica que lo que aparece en las redes sociales resulta «decisivo» para los empleadores. «Influye lo que se escribe pero también lo que no se escribe porque, si se aspira a trabajar en algún área de interacción o tecnología, no usar las redes sociales puede enviar un mensaje contraproducente», dice.
Las redes sociales son una ventana que abre el empleador para mirar lo que no dice el curriculum. Encontrar en el Facebook de algún aspirante a un puesto de trabajo, fotografías donde aparece ebrio, tirado sin sentido o semidesnudo resulta negativo. También leer tuits en los que hable mal de jefes o empresas para los que ha trabajado, pues puede ser percibido como alguien con escasa lealtad corporativa.
Las sentencias tribunalicias pueden resultar fatales. Si existen, aparecen al «googlear» el nombre del candidato. Aquellas donde la persona está implicada en una irregularidad o si demandó a una empresa por cualquier concepto -como prestaciones sociales- suelen ser las más perjudiciales.
En un país tan polarizado como Venezuela, la posición política manifestada públicamente a través de las redes también puede influir aunque, según comenta Rodríguez, no tanto como se cree.
Qué hacer
Lo primero que deben hacer quienes buscan trabajo es asumir que, les guste o no, los empleadores usan Internet y las redes sociales para saber más sobre ellos. Luego, deben tomar medidas para que esto los favorezca.
Además de ser cuidadosos con la imagen que proyecta en redes sociales, la recomendación de Rodríguez es que cada usuario coloque su nombre en Google a ver qué sale. «Algunas cosas, como las sentencias judiciales, no se pueden borrar. En ese caso, el usuario debe pensar en qué va a responder sobre ellas, si los empleadores le preguntan», sugiere.
En paralelo, debe ocuparse de generar contenido positivo. «Es cierto que el mercado no es perfecto y que todo ser humano tiene un nivel de sesgo, pero nada es blanco y negro. Todo tiene un balance y el usuario puede intentar que se incline a su favor», concluye Rodríguez.
Fuente: El Universal