Por Leo González Pérez | 02/04/2013
Se llama Chicas Bondi y tiene miles de seguidores. Las imágenes son tomadas en el colectivo. La Defensoría porteña criticó que se hagan sin permiso y reclamó levantarla. Su creador se defiende.
En una actuación iniciada de oficio (sin disputa judicial que le dé marco), el Centro de Protección de Datos Personales (CPDP) de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires emitió un dictamen en el que cuestiona un proyecto dedicado a tomar fotos en medios de transporte público para exhibirlas luego en un sitio de Internet.
La iniciativa cuestionada es Chicas Bondi, que se presenta junto al subtítulo “sin pose y sin permiso”. Y es justamente el no pedir autorización para tomar las fotos el mayor cuestionamiento que hace la CPDP en un documento que no genera obligación ni prohibición alguna para el proyecto, pero que sí actualiza polémicas sobre cómo las nuevas tecnologías deben convivir con la libertad de expresión y con la protección de datos personales.
Chicas Bondi nació en febrero de 2012 como iniciativa de Santiago Torcuato González Agote –quien hasta ayer había permanecido en el anonimato– con fines artísticos, según le dijo él mismo a Clarín. El sitio recogió más de 54 mil adhesiones en Facebook y más de 8 mil seguidores en Twitter, y sus fotos fueron exhibidas en galerías del barrio de Palermo.
González Agote toma fotografías a personas –en una gran mayoría mujeres– mientras viajan en colectivo, y sube esas fotos a un sitio en Internet. En el sitio las imágenes –más de 400– son acompañadas de datos sobre la línea de colectivo donde fueron tomadas y las protagonistas son identificadas con un número (Chica bondi 550, por ejemplo). Las fotos tienen el aspecto de instantáneas en las que no parece haber pose y las situaciones son las que podrían verse habitualmente en cualquier medio de transporte. En las fotos –a las que se les aplica un filtro– no hay planos detalle aunque sí una protagonista bien identificable que –parece posible corroborarlo– es elegida con ciertos criterios: mujeres de unos 20 a 35 años, delgadas.
Aunque en su dictamen la CPDP da por hecho que las fotos difundidas en Chicas Bondi fueron tomadas sin autorización, González Agote afirma ahora que en un comienzo era así, pero que “desde hace un tiempo” pide permiso a los fotografiados para subir las imágenes a la Web. Ayer Clarín se puso en contacto con una joven que apareció en el sitio en junio de 2012 que asegura que no se le solicitó autorización alguna para la publicación de su imagen.
Luego de citar legislación de diversos orígenes, la CPDP señala: “No hay ninguna duda que nuestro rostro o cuerpo es un dato personal que permite identificarnos y por tanto debe tratarse según las previsiones de la normativa respectiva. Por tal razón, el hecho de que terceros dispongan de información propia, quiebra principios centrales en materia de protección de datos personales ”. Más adelante el dictamen afirma que tal invasión a la privacidad “debe cesar”.
Sin embargo, los especialistas en Derecho no tienen opiniones unánimes acerca de lo punible que podría resultar la toma y la difusión de este tipo de fotos sin autorización (ver A favor de la…).
Para la CPDP, además, Chicas Bondi incurre en un tipo de violencia simbólica contra las mujeres en los términos de la ley de protección integral contra la violencia hacia las mujeres (número 26.485). En este sentido, la CPDP afirma: “Proyectos como el descrito ubican a la mujer en un lugar de inacción, de falta de decisión y pareciera volverlas ‘disponibles’ por el solo hecho de circular en el espacio público, cuando ello no debiera ser así”.
El dictamen también destaca que es relevante para el caso el uso de Internet, un espacio donde la información se multiplica sin control posible. “Resulta habitual que toda la información subida a la red sea defendida en el marco del derecho a la libertad de expresión y en esa línea se apoye una Internet libre de regulación. Sin embargo, este Organismo considera que ello debe sopesarse con la protección a la privacidad”, dice la CPDP.
Fuente: Clarin