De la mano de mentores que ofrecen desde inversión monetaria hasta la infraestructura técnica, los emprendedores argentinos cuentan con entornos que le permiten crear empresas tecnológicas lejos de EE.UU.
Como cualquier iniciativa personal, iniciar una empresa no es una propuesta que aparece en los avisos clasificados como una búsqueda de trabajo. La idílica escena de un grupo de jóvenes iniciando un proyecto tecnológico en el estacionamiento de casa puede resultar un poco anacrónica, ante la infinidad de sitios que surgieron en los últimos años al calor de inversores que apuestan a ser parte del nuevo Google o Facebook.
Los emprendedores suelen llegar a estas instancias luego de presentar un proyecto desarrollado que funcione. «Aún cuando no se encuentra pulido y cuente con muchas fallas a mejorar, un servicio de este tipo vale mucho más que una buena idea que sólo queda en buenas intenciones», explica Ariel Arrieta, cofundador y director de Nxtp Labs .
A su vez, se les pide que formen un equipo interdisciplinario, en donde los roles se encuentren equilibrados. El proyecto es un modelo innovador, con proyección global
«Un emprendimiento de este tipo no cuenta con limitaciones físicas, y aquellos recursos como computadoras e Internet se volvieron mucho más accesibles en los últimos años», cuenta Andrés Saborido, responsable local de Wayra , la división de Telefónica Digital que busca potenciar los proyectos tecnológicos más prometedores de la región.
Telefónica aprovecha toda su infraestructura de negocios y comunicaciones para poner a disposición de los emprendedores que inician sus proyectos desde Wayra.
Los montos de inversión inicial varían entre 25.000 a 50.000 dólares a cambio de una participación accionaria de la empresa, que suele rondar en el 10 por ciento.
Tanto Wayra como Nxtp Labs son mentores de estos emprendimientos no sólo desde el aporte financiero, sino que también ofrecen un entorno de trabajo y la conectividad necesaria para desarrollar el proyecto. El arribo y la aprobación de los proyectos suelen llegar de la misma forma en que se desarrollan ellos mismos: por Internet o mediante contactos en común en una red de contactos.
Las áreas compartidas de trabajo, con grandes mesas comunes, sin divisiones ni cubículos, tienen una explicación: buscan fomentar el desarrollo creativo de los emprendedores, que deberán enfrentar un proceso de corto plazo marcado por un trabajo intensivo.
EL PERFIL
¿Qué es lo que debe tener un emprendedor? «Debe tener pasión. Es cierto que suena como una frase hecha, pero en general este tipo de perfiles se encuentran comprometidos con el emprendimiento, sin tener grandes sueldos o recursos, y confían en una idea que puede cambiar el mercado. Ese es el motor del emprendedor», cuenta Saborido, y detalla que debe estar respaldado en un equipo equilibrado tanto desde lo técnico como desde la gestión. Cuanto más multidisciplinario, mejor.
«Es importante que el equipo cuente con especialistas en diseño, es un factor clave para estos emprendimientos», agrega Arrieta. «A su vez, deben adoptar el perfil de empresas ágiles, que prueben cosas todo el tiempo y que no tengan miedo al error» en una etapa, que suele durar seis meses y sirve para la puesta a punto de la idea con la comunidad de usuarios.
¿Algo no funciona? ¿El procedimiento de registración es muy engorroso? ¿Las imágenes en el sitio no se cargan bien? Todo debe ser tomado en cuenta, incluso si requiere una reformulación drástica del proyecto en esta etapa inicial, señala Saborido: «hay que tener muy en cuenta los comentarios y observaciones de los usuarios, que serán determinantes para marcar el perfil del proyecto».
A nivel regional, Argentina cuenta con el respaldo de haber creado plataformas como MercadoLibre, Guía Oleo o Bumeran, entre muchos otros, que posicionan al país en el primer lugar de la región en cuanto a la gestación y consolidación de proyectos, señala Saborido. «Respecto al tema de capitales, Brasil representa el camino inverso, en donde los grandes fondos van a invertir fuerte en proyectos tecnológicos en su etapa inicial».
El panorama local cuenta con muy buenos perfiles, acostumbrados a las crisis, explica el responsable de Wayra. «Como algo común en la industria, lo más difícil es cubrir los perfiles técnicos»
«Los modelos de negocios en la industria son transparentes, y eso facilita la creación de emprendimientos locales basados en ideas globales o implementados en otros países. MercadoLibre, Buscapé, Three Melons u OLX son iniciativas que se inspiraron en otros proyectos», agrega Arrieta sobre cómo se gestaron estos sitios.
Y en el marco de este ecosistema, la experiencia de los ejecutivos que llevaron adelante este tipo de iniciativas también forma parte de una interesante agenda de contactos en donde los fundadores de estos sitios suelen acercarse a estos emprendimientos para colaborar con su visión, aportar su opinión e incluso formar parte del directorio.
LA MECA
Silicon Valley suena como el lugar soñado para todo proyecto tecnológico, incluso desde antes del nacimiento del proyecto. «Desde mi punto de vista, se puede iniciar una start-up desde cualquier lugar, dadas las condiciones y recursos disponibles. Es posible que, en el mediano plazo, una plataforma o servicio pueda crecer y ser firme sin tener la necesidad de dejar el país», opina Saborino.
«Todo depende del proyecto y su modelo de negocio. Hay sistemas que se adaptan a determinados entornos, mientras que otros son muy buenas propuestas, pero sólo podrían continuar con su crecimiento con una ronda de financiación en Estados Unidos», dice Arrieta, y señala a Brasil como uno de los nuevos puntos de inversión, al mismo nivel que en Silicon Valley..
No todo es privado
En el país hay diversas iniciativas que buscan fomentar la creación de empresas tecnológicas. El Ministerio de Ciencia y Tecnología cuenta con un Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica ( FONCyT ) con montos no reembolsables y la financiación de proyectos. Por su parte, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires promueve diversas iniciativas como Baitec , la incubadora de emprendimientos de base tecnológica, además de acompañar a los emprendedores en las presentaciones en busca de inversores en Estados Unidos.
Fuente: La Nación