La Sala I ratificó la resolución que decretó la nulidad de la prueba recogida de computadoras de los domicilios de Manuel y Julián Vázquez. Es en la causa en la que se investiga al ex secretario de Transporte por el delito de enriquecimiento ilícito.
La Sala I de la Cámara Federal confirmó la resolución de primera instancia que anuló una de las pruebas existentes en la causa que se sigue a Ricardo Jaime por el delito de enriquecimiento ilícito, mandando que se siga la investigación con lo que resulte de las múltiples probanzas ya existentes en la causa o que se alleguen a ésta en el futuro, y que resultan independientes a la obtenida en dichas pericias.
Se trata de la evidencia recogida en las computadoras secuestradas en los domicilios de Manuel y Julián Vázquez, quienes aparecen imputados como personas interpuestas en el delito imputado a Jaime.
Lo advertido oportunamente por los peritos de la Universidad de Buenos Aires fue corroborado posteriormente con el nuevo peritaje practicado por el Licenciado en Sistemas Darío Piccirilli de la Universidad Tecnológica Nacional: “no se puede afirmar inequívocamente que el contenido encontrado por los peritos de la Universidad de Buenos Aires era el mismo que al momento del secuestro” (ver fs. 267/284 de este incidente).
De la investigación practicada se desprende que las prácticas llevadas adelante por la Policía Federal Argentina sobre el material secuestrado contaminaron la evidencia, convirtiendo lo que el juez instructor había considerado “una operación pericial extremadamente simple” y “repetible” en una medida irreproducible. De haberse dado la debida intervención a las defensas para que pudiesen presenciar y controlar aquellas prácticas, tal como sucedió con el estudio de la UBA, el inconveniente podría haberse superado, pero ello no sucedió. Se violó la regla de garantía contemplada expresamente por el artículo 201 del código de rito –como derecho constitucional reglamentado-, lo cual conduce a la necesaria aplicación de la sanción que allí mismo también se establece (cfr. Maier, ob. cit., pág. 163).
Fuente: CIJ
La causa de presunto enriquecimiento ilícito
RATIFICAN LA NULIDAD DE LOS MAILS DE JAIME
La Cámara Federal dijo que los correos del ex funcionario se «contaminaron» y no sirven de prueba
Por Paz Rodriguez Niell | LA NACION
La Sala I de la Cámara Federal confirmó ayer un fallo del juez Norberto Oyarbide y reafirmó que los mails que comprometen al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime son nulos como prueba.
El fiscal de primera instancia, Carlos Rívolo, y el de Cámara, Germán Moldes, habían cuestionado en duros términos lo resuelto por Oyarbide, pero la Cámara mantuvo el criterio del juez: sostuvo que no se preservaron los correos porque la policía, que hizo el primer peritaje sobre las computadoras, realizó prácticas que «contaminaron la evidencia», como no haber usado bloqueadores de escritura. Por ende, según el tribunal, algunos archivos podrían haber sido alterados, suprimidos o agregados tras el secuestro de las máquinas.
Están en juego miles de correos descubiertos en las computadoras de Manuel Vázquez, mano derecha de Jaime, que desnudan negocios oscuros a costa del Estado. Su revelación provocó un escándalo y la apertura de varias causas penales que complican también a grandes empresarios. Esas causas no se cerrarán de inmediato, pero su subsistencia peligra. Sólo sobrevivirán si tienen pruebas independientes de los correos.
El fallo de ayer, firmado por los camaristas Eduardo Farah y Jorge Ballestero (Eduardo Freiler, el otro miembro de la sala, está de licencia), se firmó el mismo día que el Gobierno le quitó la concesión de las líneas Sarmiento y Mitre a la empresa de los Cirigliano, que siempre mantuvieron un vínculo estrecho con Jaime (quien está incluso procesado por supuestas dádivas recibidas de ellos).
La Cámara dictó su fallo en el expediente por el presunto enriquecimiento ilícito de Jaime. Pese a la nulidad, el caso seguirá adelante. El tribunal dedicó ayer un párrafo a reafirmarlo: dijo que «deberá proseguir con lo que resulte de las múltiples probanzas ya existentes en la causa o que se alleguen a ésta en el futuro, y que resultan independientes» de los mails. El fiscal Rívolo, que impulsa esta investigación, no utilizó los correos; se basó en otras pruebas. Por eso, para ese caso la nulidad declarada no es determinante.
Un fundamento central del fallo de ayer es que Oyarbide no notificó a las defensas que se iba a hacer el peritaje y ellas no pudieron «controlar su producción», pese a que la ley las autoriza a hacerlo salvo que hubiera «suma urgencia» o fuera un peritaje «extremadamente simple», situaciones que, según la Cámara, no se daban en este caso.
Cuando Moldes pidió revocar el fallo de Oyarbide, lo consideró «arbitrario» y cuestionó el «fundamentalismo garantista» que -según él- impera en los tribunales y «protege cada vez más a quienes delinquen y desprotege cada vez más a quienes padecen sus delitos».
Ayer, la Cámara le respondió. Dijo que él y Rívolo habían intentado «salvar» la prueba y que podía «comprenderse la frustración» que evidenciaban, pero que era «dable» esperar de ellos «igual esfuerzo y pasión por el resultado eficaz de las investigaciones de hechos de corrupción como por que éstas se lleven a cabo en forma correcta», lo que, de acuerdo con la Cámara, no pasó en este caso.
En principio, lo resuelto por la Cámara es definitivo. Sólo la Casación podría revertirlo y siempre que la Fiscalía de Investigaciones Administrativas lo pidiera, porque, pese a las diferencias con la Cámara, Moldes no planea hacerlo. En su fiscalía advierten que él tiene dicho que casos como éste no son revisables por el máximo tribunal penal.
Fuente: La Nación