Santiago, Chile. 2 agosto, 2011. En un escenario como el actual marcado por las polémicas generadas por contratos, acuerdos y cláusulas poco claras, el dicho “mejor prevenir que curar” cobra más sentido que nunca.
Obviamente los contratos forman parte de nuestra vida diaria y en ella el “Cloud Computing” no podía quedar ajeno. Hoy es fundamental que usted lea y entienda lo que está contratando, pues será el único marco que determinará su futura experiencia en la nube.
Hoy no es extraño conocer en las noticias casos de algunos proveedores de cloud – orientados a personas – donde no existen garantías ni compensaciones, sólo un “buen esfuerzo” por recuperar los archivos extraviados o una muy “buena disculpa” en caso de contingencias. Este hecho constituye una diferencia importante con los proveedores de Cloud Empresariales, que son capaces de garantizar disponibilidad e incluso respaldar este compromiso financieramente en caso de contingencias.
Cuando todos hablan de cloud y cuando se han centrado las críticas en problemas de legislación y los niveles de protección de datos, es necesario contextualizar y entender. Muchas de estas críticas son infundadas producto de un excesivo desconocimiento, mucha información pero poca claridad y vaguedad. La legislación es clara y sus datos están regidos según la legislación del país que almacena su información. Si sus datos están almacenados en Kazakstán, mejor le vale que conozca sus deberes y derechos en ese país.
En el Cloud es más importante que nunca conocer donde están almacenados los datos. “No da lo mismo”.
En cuanto a los niveles de protección en caso de catástrofes o niveles de servicios comprometidos resulta relativo. Va a depender del nivel de servicio ofrecido o contratado, por lo que es necesario que el contrato sea claro, que el cliente lo entienda y lo solicite al momento de cotizar, y luego al comprar.
Súbase a la nube pero lea la letra chica
Hoy existen las regulaciones necesarias para hacer del cloud computing una plataforma segura y armónica en relación a los derechos de propiedad intelectual, pero es indispensable que el proveedor de cloud se comprometa con un contrato. Si no es capaz de hacerlo, comience a dudar.
Los contratos, son un tema más cuando se trata de servicios en cloud, pero este toma su real importancia en situaciones no tan confortables como es el caso de cambio de un proveedor a otro. No sólo es importante tener claro las condiciones de operación normal, sino también como proceder cuando me quiero “divorciar” de mi proveedor de Cloud.
Por lo tanto es importante averiguar cuáles son las condiciones de salida de mi proveedor de Cloud, ya que algunos de ellos hacen muy fácil subir información a la nube pero no existe una manera fácil de sacar los datos.
Fuente: InfoWeek