Es una idea del productor musical Patrick Zelnik, editor de artistas como Carla Bruni. Quiere cobrar un porcentaje de su facturación a los buscadores y destinar esos ingresos a los generadores de productos digitales. Le llevó su idea al presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, pero dice que debe aplicarse a nivel global.
El productor musical Patrick Zelnik, editor de artistas como Carla Bruni, la esposa del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha propuesto al Gobierno galo cobrar un impuesto a Google para apoyar a los creadores de contenidos.
En un informe realizado por encargo del Ejecutivo francés, el productor incluye una fórmula que consiste en cobrar «un pequeño porcentaje» a compañías con motores de búsqueda en Internet, como Google, según declaró hoy en el diario «Libération».
Zelnik recibió en septiembre pasado el encargo de formular propuestas para mejorar la remuneración de los creadores de contenidos, en el marco de la lucha del Gobierno francés contra la descarga ilegal de contenidos desde la Red.
Este «impuesto Google», como ya se lo llama, «consistiría en percibir un pequeño porcentaje de los 800 millones de euros de la facturación del motor de búsqueda en Francia», y Zelnik propone que se hable sobre su instauración «directamente a un nivel europeo».
Asegura además que la creación de un impuesto semejante «es jurídica y técnicamente posible», pero reconoce que Francia no podrá aplicarlo en solitario y que necesitará de la coordinación con otros países europeos.
«Los motores de búsqueda necesitan nuestros contenidos, los proveedores de acceso (a Internet) también, y de lo que ahora se trata es de tener una estrategia global sobre estas cuestiones», defiende Zelnik.
Ese impuesto que se cobraría a Google y a otros motores de búsqueda serviría para financiar el paquete de propuestas destinadas a favorecer a los creadores de contenidos, entre ellas una rebaja del IVA aplicado en las ofertas combinadas de acceso a Internet comercializadas por los operadores de telecomunicaciones.
Productor independiente con su sello «Naive» -con los que ha editado obras de Marianne Faithfull o Pink Martini, además de discos de Bruni- Zelnik estima que las medidas de protección a la creación en Internet aprobadas en Francia, que incluyen la sanción a los piratas mediante el corte del acceso a la Red, no son suficientes.
Afirma que hay que «actuar» sobre la oferta mediante las ayudas al sector de la creación y haciendo que los jóvenes consumidores accedan legalmente a la música por Internet, ofreciéndoles «condiciones atractivas» para comprar en línea.
«Hay que imponer un nuevo sistema de gestión colectiva de la música en línea. Ya sean pequeños o grandes, todos los productores deben poder vender su música al mismo precio, ya sea en iTunes o en la Fnac», añadió.
Fuente: Clarin