Por los delitos dejarían de vender tarjetas SIM o chips de celulares

Los compradores no pueden ser identificados, y en ocasiones, son usados para hechos ilícitos, en especial estafas a través de mensajitos y secuestros extorsivos.

Regular resulta esencial. “No es posible no comercializar chips. Lo que se tiene que hacer es regular la venta de estos en la vía pública, y todos los que adquieran una nueva SIM deben estar registrados como dueños de la línea para que no circulen chips anónimos que se prestan al delito”, sostuvo el encargado de telefonía de una operadora a nivel local.
Y es que los compradores de estos chips no pueden ser identificados y en ocasiones se usan para secuestros extorsivos, ya que el receptor del llamado no puede saber quién es el interlocutor (ver aparte). Lo que hay que hacer “para frenar los delitos que involucran el uso del celular es habilitar la línea correctamente, con nombre, apellido y DNI. Ya que el problema radica en la venta de chips que se da por terceros, donde venden los chips ya habilitados a nombre del primer comprador”, explicó el encargado de una telefonía ayer.
Y añadió: “Con la tecnología GSM la línea está en la tarjeta SIM, lo cual fue un gran avance tecnológico, ya que anteriormente con los TMA la línea estaba en el aparato telefónico. Para erradicar los delitos informáticos la solución es hacer las habilitaciones  de línea correctamente”.
¿Cómo funciona la operatoria de los delincuentes? Consiguen un paquete de celulares y una buena cantidad de chips (generalmente clonados) y llaman. Estos chips van siendo intercambiados entre los aparatos, lo que dificulta el rastreo de llamadas.
Cuando la extorsión se comete desde la cárcel, llaman desde teléfonos públicos en los pabellones.
La técnica: “Hola, le llamo desde una empresa de emergencias. Tenemos a un familiar suyo herido. Está inconsciente. ¿Sabe quién puede ser?”, lanzan. La víctima no tarda en dar un nombre, que será usado para sacar provecho. Por lo general llaman de mañana o de tarde: siempre algún integrante siempre falta. Si es adulto, está trabajando; si es menor, está estudiando. El “apriete”: los delincuentes exigen que el pago de dinero se realice en pocas horas e insisten a las víctimas que no digan nada a la Policía.
Se aconseja no dar datos. Pida un teléfono de contacto de la presunta empresa.  Estas personas se hacen pasar por policías, inspectores municipales o médicos.
Si el llamado procede desde  la cárcel, esto le será informado por un mensaje automático previo.
Si cree que es extorsivo, corte. En caso de accidentes la Policía informa personalmente. Contáctese con el familiar que no está en la casa y que supuestamente está “secuestrado”.

• Venta de chips a nombre de otros. Los chips que se venden generalmente son líneas caídas que están a nombre de un comprador anterior. Los delincuentes los prefieren porque no se puede rastrear estos números. Así cuando se va a cambiar de línea solicitar la baja para que no figure más ese número con el nombre.
• Mensajes engañosos. Son estafas a través de mensajes de texto de presuntas empresas que ofrecen premios. Los delincuentes mandan un mensaje y piden que se comuniquen con una línea determinada y preguntan hasta datos personales, se hacen pasar por empleados de alguna firma conocida les dicen que son ganadores de premios a cambio de los pins de tarjetas prepago con la condición de dictar dichos números para reclamar su premio.
• una posible solución. Las compañías de celulares desean que la venta de tarjetas SIM o chips se haga sólo con la inscripción de datos de los compradores.

Fuente: La Voz de Cataratas

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