Los riesgos a los que deben hacer frente las empresas a la hora de salvaguardar sus sistemas de TI son cada vez mayores. Sin embargo, los daños que pueden ocasionar los propios empleados por usos indebidos de los sistemas de TI y de la información interna, o por el robo de información corporativa, los erigen en una amenaza superior a la que pueden suponer los virus o el malware.
De acuerdo con un estudio elaborado por el Instituto Ponemon, frente a las crecientes amenazas que suponen los virus y la evolución del malware para los sistemas de TI de las empresas, existe un peligro cada vez mayor que hay que tener muy en cuenta: los propios empleados.
Según el estudio realizado entre más de 3.000 profesionales, seis de cada diez encuestados apunta que ha perdido datos sensibles como resultado de una negligencia por parte de los empleados de la compañía. Además, otro dato destacable de este estudio resalta que tres de cada diez encuestados afirma haber sufrido el robo de datos sensibles por parte de sus propios empleados.
Ante estos datos, desde el Instituto Ponemon apuntan hacia la necesidad de que las empresas tengan especial cuidado con el uso que sus empleados hacen de los sistemas de TI, así como del acceso y utilización de los datos corporativos que pueden consultar y manejar. No en vano, los expertos señalan que los daños que ocasionan los trabajadores a la empresa se han convertido en un aspecto tanto o más preocupante que el que suponen los virus y el malware para los sistemas de TI. De hecho, el 84 por ciento de los profesionales encuestados en distintas empresas de Alemania, Australia, Estados Unidos y Gran Bretaña, confirma haber sufrido algún tipo de virus o intrusión de código malicioso en su red en los últimos 12 meses.
Junto a ello, otro punto en el que el estudio hace especial hincapié es en el hecho de que el 76 por ciento de los empleados puede enviar a través del correo electrónico datos internos fuera de la organización, y que el 70 por ciento puede descargar datos corporativos en un dispositivo USB sin que sea detectado.
Sin embargo, a pesar de los peligros a los que están expuestas las empresas si no se tiene especial cuidado con estos riesgos, el estudio muestra que el 75 por ciento de las empresas dispone de tecnologías antivirus y anti-malware, lo cual ya es un primer paso en esta protección de sus sistemas que, sin duda, y ante la creciente evolución de las amenazas, tanto externas como internas, deberá complementarse con otras soluciones y políticas de seguridad para incrementar su protección.
Autor: Encarna González