Para tenerlas, habrá que dejar los datos personales, que pasarán a una base.

Una de las innovaciones que dicen que encarece el costo de la tarjeta del SUBE es la nominación. Esto significa que cada uno de los tenedores de la tarjeta tendrá que dar su nombre, apellido y documento para que le sea entregada. Es decir, cada tarjeta tendrá su dueño. Esto hará que cada viaje que haga un pasajero quede registrado en una gran base de datos, cuya administración también fue licitada.

Esta fortaleza, según la visión de Nación Servicios y de la Secretaría de Transporte, es una de las cuestiones que más resistencia crean entre los usuarios. En estas épocas de espías fáciles, el administrador de la base de datos tendrá a su alcance saber cada uno de los movimientos de los usuarios de transporte público. Podrá saber a qué hora y hasta dónde viaja cada uno. Los sistemas de este tipo suelen poseer la opción para que el usuario elija si quiere dar sus datos o no. El SUBE no la incluye. El motivo: el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, está ilusionado con utilizar esta gran red de datos para modificar todo el sistema de subsidios. Pretende que esos datos se puedan cruzar y, de esta manera, empezar a direccionar el subsidio al pasajero y no a la empresa, como ocurre actualmente. Es decir, según los viajes que haga una persona, el Gobierno acreditará un importe en su tarjeta para que pueda viajar a un menor costo. Nación Servicios, además, imagina hacer de esta tarjeta una de las armas más poderosas de penetración del Banco Nación y sus empresas. Piensan en poder hacer descuentos en casas comerciales, vender servicios y hasta sumar puntos, algo así como el millaje de las aerolíneas.

LA NACION preguntó a uno de los ejecutivos consultados si con esa base de datos se podría tener una gran aproximación a todas las casas vacías de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, ya que se podrá saber a qué hora una persona deja su domicilio y parte a su trabajo. «Usted es un malpensado y, además, un perseguido», aleccionó el ejecutivo.

Claves

  • Tarjetas personales. Para retirar la tarjeta el usuario deberá dejar su nombre, apellido y documento. Se formará así una gran base de datos.

 

  • Objetivo. El argumento del Gobierno es que, de esta manera, podrá direccionar los subsidios al pasajero y no a la empresa, como se hace ahora.

 

  • Marketing. En el Banco Nación planean utilizarla como instrumento de venta de servicios.

 

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1197079

Para tenerlas, habrá que dejar los datos personales, que pasarán a una base

  1. 11 marzo, 2012

    aparte de saber donde y como se viaja, la hora, y el interno de colectivo subte, etc. nadie dice nada con respecto de la explotacion del dinero que cada usuario pone en forma anticipada en el sistema , a quien le daran el interes de ese dinero ? Y si alguien tiene justo para viajar un solo viaje, le cargaran 1.10 solamente, y si en un futuro muy cercano eliminaran el pago con monedas, porque el sistema no alcanza para sostener ambos modo de pago ,

    ¿Esto es comunismo aplicados por neoliberales?

    Es el gran hermano de las finanzas

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